17/4/17

FIVAC premia visiones de lo humano


CAMAGÜEY.- Lisi Prada (España) por Deriva escópica mereció el Gran Premio del séptimo Festival Internacional de Videoarte de Camagüey (FIVAC), por la profundidad y la síntesis al abordar la problemática de la mediación de la tecnología entre el hombre y su realidad, a través de la escena de cientos de turistas que fotografían La Mona Lisa.
“De ahí se pueden hacer muchos análisis: la relación del hombre contemporáneo con su mundo, cómo se han ido reemplazando modelos, de cómo nuestro sentido de la belleza no solo se ha ido transformando, sino se han ido depreciando procesos cognoscitivos y fenómenos estéticos que están más allá de los medios tecnológicos”, comentó Dannys Montes de Oca, quien integró el jurado central junto a Jorge Luis Santana, Javier Muñiz, Antonio Ortuño y Pancho López.
El segundo lugar fue compartido para los cubanos Fabián Alejandro González y Rocío Aballí, por sus obras Framed fiction y Cada lunes, cada lluvia, respectivamente, por el uso riguroso de recursos de la animación y la fotografía.
El tercero correspondió al inglés Guli Silberstein, por el juego con el pixel desde una perspectiva pictórica en Stuff as dreams, donde representa situaciones de violencia y desgarramiento humano.
También otorgaron menciones especiales a Jonas St. Michael (Canadá), por On the theatre Road; y a Ricardo Miranda Zúñiga (Estados Unidos), por A geography of being.
El jurado otorgó además menciones a The stream VI, de Hiroya Sakurai (Japón); Instalarse, habitar, vivir de Mariana Lombard (Argentina); Palimpsesto, de Pável Méndez (Cuba); y Sobrecarga de Rafael Triana (Cuba).
Entre los elogiados con menciones, la argentina Mariana Lombard multiplicó su alegría, porque estaba motivada desde la admisión de una obra no visibilizada en su país, y que en su opinión “funcionó aquí, en otro contexto y con otra relación con la vivienda y la ciudad”, otra confirmación del acierto en la intención de construir una mirada propia desde el videoarte.
También aplaudido fue Fabio C. Díaz Marcos, de 18 años de edad, al merecer el lauro de la Asociación de ciudades hermanas Madison-Camagüey, uno de los dos colaterales. Este estudiante de la Academia de las Artes Vicentina de la Torre apeló a la memoria afectiva del espectador, desde la provocación a imaginar lo que no estaba en el video.
El Premio Detrás del Muro, el otro colateral, fue para El hijo del sueño, de Alejandro Alonso (Cuba).
Artistas y especialistas resaltaron la diversidad de las obras en concurso, por la apropiación de los soportes, la voluntad de experimentación y el señalamiento de problemas urgentes de deshumanización, alienación y marginación, razones para convocar al reencuentro en mayo del 2019.