29/4/13



Buen final para el futuro reencuentro


Aunque uno de los centros de ataque recurrentes en el videoarte ha sido la narratividad cinematográfica, es difícil ignorar una de las reglas doradas de la dramaturgia: toda buena obra, debe tener un buen final. Y en este sentido, la última sesión teórica del FIVAC, logró crear en los participantes eso que los psicólogos denominan “efecto recently”; garantía de un buen recuerdo de esta edición y preludio de lo que podría ser el 6to Festival en el 2015.

La mesa de debate “El videoarte en Cuba” comenzó con un balance cualitativo y cuantitativo de esta manifestación en el país, pero poco a poco la exposición se deslizó hacia los siempre polémicos temas de la responsabilidad social del arte y su carga ética.  Y aunque a primera vista esto pudiera parecer una desviación –algo frecuente en los debates teóricos-, en este caso no lo es, pues esas son dos de las problemáticas principales que signan al arte en general y por supuesto, al hecho en Cuba.

El giro comenzó cuando la profesora Magaly Espinosa comentó su preocupación sobre la responsabilidad que debe tener el artista no solo con su obra y su entorno, sino con el propio contexto de la creación. “La videocreación se va expandiendo y penetrando cada día –muchas veces sin renunciar a su valor estético- en esferas masivas, y va transformando hasta las representaciones que la gente posee.  ¿Qué valores culturales puede marcar la videocreación? es una pregunta que todos debemos hacernos y que este Festival puede ayudarnos a responder por todo el capital simbólico y material que va acumulando.”

Frency Fernández, desde su experiencia como artista, crítico y curador, se sumó a los criterios de Magaly y dijo ver con satisfacción el remerger del carácter crítico –y por ende, comprometido- del arte que se hace en Cuba,  comentó que es el videoarte una de las morfologías donde esto se evidencia con mayor nitidez.

Frency también hizo hincapié en la necesidad de no perder de vista la ética del trabajo creativo colectivo. En momentos  en los que el arte requiere de dinámicas colaborativas, se precisa renunciar a la soberbia intelectual y el individualismo, que durante tanto tiempo ha formado parte del imaginario relacionado con el arte.        

El final del debate corrió por la curadora principal quien centró su exposición, muy intencionadamente por cierto, en un tema que provocó el debate de los asistentes: los criterios curatoriales del FIVAC y la necesaria reflexión sobre aquellas obras que no son seleccionadas.  No se trata solo, afirmó, de actualizar y repensar los criterios de selección o de buscar allí corrientes expresivas que miradas desde una distancia temporal pudieran resultar válidas, sino también buscar en ellas el sentido de un momento histórico y algunas de las causas que condicionan las características de estas producciones.

El público, estimulado por la esta intervención, aprovechó la oportunidad para exponer algunos de sus criterios sobre el FIVAC, sus proceso de selección y sugirieron acciones para aprovechar el fondo audiovisual acumulado por el festival.

También en la mañana, la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey convocó al concurso nacional Imagen Viva, que pretende promocionar la visualidad de las ciudades patrimoniales. La convocatoria está abierta a los géneros de spot, documental y reportaje, y las obras serán recepcionadas entre el primero de noviembre y el 10 de diciembre de este año. Los resultados se darán a conocer en febrero de 2014, con motivo del aniversario 500 de la villa Santa María del Puerto del Príncipe.   

Asimismo la Real Embajada de Noruega en Cuba, que ha colaborado asiduamente con la realización del FIVAC, anunció la creación de un fondo de apoyo que estimulará la videocreación local, durante los dos años que transcurren entre un festival y otro.

Las bases están disponibles en:
http://videoartencamaguey.blogspot.com  

Por: José Raúl Gallego Ramos / Equipo del Festival Internacional de Videoarte de Camagüey.

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